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Despido por mal uso del protocolo de acoso

No todo vale: el protocolo de acoso no es un escudo

Los protocolos de acoso están para proteger, no para manipular. Las empresas están obligadas por ley a tener mecanismos eficaces para prevenir y tratar el acoso laboral. Pero ojo: que exista un protocolo no significa que se pueda activar para cualquier cosa.

Ya hay sentencias lo dejan claro: quien usa el protocolo como escudo para evitar un despido o como excusa para cambiar turnos... puede acabar fuera de la empresa.

Lo que dicen los tribunales

Un ejemplo reciente: el TSJ de La Rioja (julio 2025) avaló el despido disciplinario de una trabajadora que activó el protocolo de acoso sin causa real. ¿El motivo real de su denuncia? Evitar un posible despido y cambiar el turno.

El tribunal fue claro: acusar falsamente a un compañero rompe la confianza, vulnera la buena fe y constituye fraude. Resultado: despido procedente.

No es que no te protejan, es que no vale todo

La ley protege con fuerza a quien denuncia de verdad. Pero esa protección no es un salvavidas universal. Si se demuestra que hay mala fe o manipulación, la empresa puede despedir al trabajador por abuso de derecho y pérdida de confianza.

¿En qué se basan los despidos?

  • Porque usar el protocolo sin fundamento es desvirtuar una herramienta que debe proteger.
  • Porque inventarse un acoso es grave, y los tribunales lo consideran falta muy grave.
  • Porque el art. 54 del Estatuto de los Trabajadores ampara el despido cuando hay una transgresión de la buena fe contractual.
  • Porque la garantía de indemnidad no protege el fraude.

Recomendaciones para empresas y plantillas

Para empresas:

  • Investigar con rigor cada denuncia.
  • Proteger la confidencialidad y objetividad del proceso.
  • Documentar absolutamente todo el proceso.

Para trabajadores:

  • Denunciar solo cuando haya base real.
  • Usar el protocolo como herramienta de protección, no como estrategia personal.

En resumen: el protocolo de acoso laboral es una herramienta legal seria, y como toda herramienta legal, su uso indebido tiene consecuencias. Usarlo mal no solo no te protege... te puede dejar sin trabajo.

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