Protección de Datos y Ciberseguridad: Inseparables como el hambre y el comer

La conexión entre protección de datos y ciberseguridad

La protección de datos no es solo cumplir con la ley; es proteger la confianza de tus clientes. Pero esa protección no existe sin ciberseguridad: medidas como firewalls, cifrado o backups son algunas de las que garantizan que tus datos no acaben en las manos equivocadas. Y sí, la ley manda que protejas los datos, pero lo que no dice es lo que va a pasar si fallas: tu competencia riéndose, tus clientes perdiendo la fe, pérdidas económicas por daños de reputación, y por si fuera poco, los costes de un hackeo pueden ser devastadores, incluyendo la reparación de los sistemas, el pago de posibles rescates y las multas por no cumplir con las normativas de seguridad... existe la posibilidad de que tu negocio quede fuera de juego.

Medidas tecnológicas mínimas exigidas por el RGPD y la LOPDGDD

Cifrado de datos sensibles: El RGPD exige cifrar los datos personales tanto en tránsito (cuando se envían por email o web) como en reposo (almacenados en tus sistemas). De este modo, aunque alguien logre robarlos, no podrá usarlos.

Copias de seguridad periódicas: Realiza backups frecuentes de tus datos y almacénalos en lugares seguros, separados de tus sistemas principales. Así te aseguras de que, si algo falla, puedes restaurarlo todo rápidamente.

Control de acceso: Define quién accede a qué en tu empresa. No todos los empleados necesitan acceso a todos los datos; limitar los permisos reduce el riesgo de filtraciones.

Monitorización de sistemas: Supervisa tus sistemas en busca de actividades sospechosas. Una intrusión detectada a tiempo puede evitar un desastre.

Actualización de software: Mantén todo tu software actualizado, desde los sistemas operativos hasta las aplicaciones que usas a diario. Las actualizaciones corrigen vulnerabilidades que los hackers suelen aprovechar.

Seguridad en redes Wi-Fi: Usa contraseñas fuertes y cifrado WPA3 en tus redes Wi-Fi empresariales. Proteger tu red evita que personas no autorizadas accedan a tus sistemas.

Antivirus y sistemas anti-malware: Instala y mantén actualizado un buen software antivirus y anti-malware. Estas herramientas detectan y eliminan amenazas antes de que causen estragos.

Formación y concienciación: tus empleados, la clave (o el problema)

Puedes tener el mejor sistema del mundo, pero si tu equipo no sabe distinguir un correo legítimo de uno de phishing, da igual. ¿El resultado? Clic en el enlace equivocado, y te puedes llegar a quedar sin empresa. Invertir en formación no es opcional, es obligatorio si quieres evitar que un descuido se convierta en tu peor pesadilla. ¿De verdad vas a seguir jugándotela?

Cierra el círculo: protege tu empresa, protege tus datos

La protección de datos no se trata solo de cumplir con una normativa. Se trata de proteger tu negocio, tu reputación y la confianza de tus clientes. ¿Lo dejas en manos del azar o lo hacemos bien desde el principio?