¿Es la dirección IP un dato de carácter personal?
Una dirección IP es una secuencia de números asignada a todo dispositivo (smartphone, ordenador, tablet, etc), lo identifica y le permite acceder a la red.
Esta secuencia es proporcionada por el proveedor del servicio de acceso a la red (Movistar, Vodafone, etc) y se transmite al servidor que aloja la web consultada (un diario digital, una tienda online, etc).
Cada vez que un usuario se conecta a internet, el proveedor de servicio le asigna una IP diferente, la cual queda registrada por razones de servicio.
De momento, y sin más información, podríamos decir que la dirección IP dinámica no permite identificar a un usuario.
Sin embargo esta información cruzada con otros datos, permite su identificación, convertiendose en un dato de carácter personal.
Desde el momento que un tercero puede identificarlo, en este caso el proveedor del servicio, ya si nos estaríamos refiriendo a un dato de carácter personal
El nuevo Reglamento General de Protección de Datos que entrará en vigor en 2018 amplia y matiza la definición: toda información sobre una persona física identificada o identificable («el interesado»); se considerará persona física identificable toda persona cuya identidad pueda determinarse, directa o indirectamente, en particular mediante un identificador, como por ejemplo un nombre, un número de identificación, datos de localización, un identificador en línea o uno o varios elementos propios de la identidad física, fisiológica, genética, psíquica, económica, cultural o social de dicha persona.
En este tiempo tan cambiante y donde las tecnologías nos permiten obtener más y más información de los usuarios, se debe ir matizando cuando una empresa sobrepasa los límites de la identidad del usuario.